domingo, 14 de diciembre de 2008

Pisando fuerte


Estoy convencida de que la personalidad de una mujer se lee en los zapatos. Da lo mismo cómo se vistan: si el zapato está mal escogido, todo el modelito se estropea. Así también el carácter de la mujer. Por muy guapa que sea, si tiene mala leche ... mejor ni acercarse. Es curioso cómo un simple complemento puede completar o arruinar a una persona. Tengo que hacer una confesión: muero por los zapatos. Soy una adicta. Si me convencen, me los compro, aunque no los necesite. Cada una tiene su punto débil. Hay mujeres que no pueden resistirse a los pendientes (gracias a Dios ya me rehabilité de esa adicción).
Los hombres pensarán: lo más normal es que les gusten los zapatos cómodos. Pues depende. Los dichos "quien lo quiera celeste, que le cueste", "para ser bella hay que ver estrellas" y "para presumir hay que sufrir" no se escribieron por casualidad. Hay zapatos de tacón cómodos y zapatos planos muy incómodos. ¿Recomendación? Ser Cenicienta a la hora de comprar calzado. Si el diseño convence y se está dispuesto a sacrificar comodidad por belleza, el premio es suyo.
Es increíble cómo hasta los zapatos modifican la manera de caminar. Si son demasiado cómodos, las mujeres se relajan y caminan como si tuviesen una barriga de 2 toneladas de capacidad. Abren las piernas, giran los pies hacia el exterior e inclinan su espalda hacia atrás. Sin desmerecer a las embarazadas, pero ellas son un claro ejemplo. Al estar embarazada es impensable llevar zapatos de tacón. Hay que llevar zapatos cómodos ... zapatillas de dormir a ser posible. Cuanto más cómodos, más se arquean las piernas. Todo un espectáculo.
Después está el extremo opuesto: los figurines con tacón. Cuando una mujer usa taco alto, se cree Tyra Banks, Claudia Schiffer, Giselle Bundchen o cualquier otra top model. Como decía una querida profesora de castellano del colegio, caminan como Drag Queens: mirada al frente, con la cabeza un poco tirada hacia abajo y cada paso que dan tiene que ser cruzado. En vez de caminar normal, como el resto de los mortales, la necesidad de cruzar una pata delante de la otra es inevitable. Hay quienes se atreven a hacer morritos. Para mí es sobreactuación: nadie transita como si el asfalto fuese una pasarela. Las hay también quienes se atreven a mover las caderas cual J-lo sobre un escenario. Aunque existe esa inseguridad de saber si habrá alguna piel de plátano plantada en medio de la calle (ese pensamiento es tan ficticio como las poses utilizadas para modelar) y cada dos por tres están pendientes de ver si es que van "pisando fuerte".
Sea cual sea el tipo de zapato que se utilice, las mujeres saben cómo comerse el mundo ... incluso con zapatos.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Para mi muñeco

Hace ya mucho tiempo que no te recordaba. Quizás permanecías, callado, en el fondo de mi materia gris, porque en mi corazón siempre has existido vivo. Hace tiempo que había dejado esas costumbres infantiles, y me había olvidado de lo que era ser feliz. Hace tiempo que no sé qué se siente al jugar entre almohadones viejos y raídos. Tú me brindabas esa sensación de grandeza, de ser la dueña del mundo entero. Pero el brillo de mis ojos se ha ido desgastando, y en su lugar sólo coexisten ojeras y un rojizo cansado en la mirada. Ya había olvidado lo que era ser niño. Me olvidé de saltar en la cama de mis padres, y empecé a reemplazar esa sensación por rubor en las mejillas. Me fui preocupando de lo que no hace falta y dejé de lado las despreocupaciones de la infancia. Me fui haciendo mayor. He ido creciendo a un ritmo escandalosamente rápido y furioso. He cambiado mis muñecos por accesorios llenos de lentejuelas y vanidad. Pero tranquilo muñeco, nunca me olvidaré de ti. Eras mi secreto mejor guardado, y tan guardado lo he dejado en todos estos años, que ya ni te recordaba. Pero un viaje a casa te ha devuelto a mi memoria. Contigo he recordado los lacitos de seda que llevaba en el cabello para ir a misa los domingos. Y correteaba en el parque de enfrente de la iglesia, sin preocupaciones, lo único que me quitaba el sueño era que no me pillaran jugando al pilla pilla. En tu cabello de lana he visto el peine que utilizaba para arreglarte como si fueras hijo mío. Y soñaba con mi maternidad. Eras mi anhelo de hacerme mayor, y qué paradoja, ahora eres mi camino para volver a hacerme pequeña, casi invisible. Contaba los días para crecer, y ahora cuento los días que llevo siendo mayor. Si la boca se me manchaba de chocolate, me miraba en el espejo y me sentía orgullosa de tener una barba marrón y deliciosa. Ni te cuento qué pasaría hoy si encontrara barba en mi cara …

sábado, 22 de noviembre de 2008

Las palabras



Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan. Me posterno ante ellas. Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito. Amo todas las palabras. Las inesperadas. Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen.
Vocablos amados. Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío. Persigo algunas palabras.
Son tan hermosas que las quiero poner en mi poema. Las agarro al vuelo cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas. Y entonces, las revuelvo, las agito, me las bebo, las trituro, las libero, las emperejilo. Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola.
Todo está en la palabra. Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se colocó dentro de una frase que no la esperaba.
Tienen sombra, transparencia, peso, plumas. Tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto trasmigrar de patria, de tanto ser raíces. Son antiquísimas y recientísimas. Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada.
Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos. Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, tabaco negro, oro, maíz con un apetito voraz.
Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías. Pero a los conquistadores se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí, resplandecientes: el idioma. Salimos perdiendo, salimos ganando. Se llevaron el oro y nos dejaron el oro. Se llevaron mucho y nos dejaron mucho...


Nos dejaron las palabras.




Pablo Neruda




viernes, 3 de octubre de 2008

Felices 80 años


Se nos olvidan que están ahí, que nos conmovieron en algún momento de nuestras vidas. Permanecen calladas, apacibles, escondidas y se jactan de que no las encontremos. Se dicen alto y fuerte o entre cuchicheos y murmullos sordos. Las guardamos en el cajón de la mesita de noche antes de irnos a dormir y nos despertamos con ellas entre el baho de la ducha. Ríen y lloran, nacen y mueren. Se escriben y se borran. Salen de la nada como flores en primavera y desaparecen entre la niebla de la incertidumbre. Retumban en los oídos y enamoran. También decepcionan.

Ayer las leí entre los latidos de mi olvidadizo corazón, las vi entre los labios de aquel sacerdote que veneraba al Santísimo Sacramento del Altar. Me recordaron la grandeza y pequeñez de un hombre, santo. Las tomé en mi boca, las mascullé, las tragué y las digerí. Se me cayeron de los ojos, se me clavaron en la ropa. Se me impregnaron en la piel como el perfume fresco de la mañana. Me entraron por los poros como agua. Fresca, nueva, radiante. Y recordé que las conocía y que en algún momento de mi vida me había enamorado de ellas. Que eran ellas, las palabras, las que me movían el corazón: diminuto, pequeño y necesitado.

Soñé con ellas y me quedé corta ...

viernes, 19 de septiembre de 2008

¡Debilidad!



¿Qué hace que tenga los ojos entreabiertos durante la primavera? ¿Será la alergia o la coquetería de saber que se altera la sangre? Todo sea abre en esta época del año: las flores, los parques de atracciones, las pistas de baile ... los corazones. ¡Cuidado! Que Cupido anda al acecho y hace rato te tiene fichado ...





Espacio Sideral - Jesse y Joy

martes, 9 de septiembre de 2008

Septiembre

Marchita la rosa de acero.
Blanca y taciturna en enero.
Era verano allá en el sendero.
La leve brisa se llevó su aliento.
Mascullados los pétalos de esperpento.
Chirría el sol, se esconde lento.
La risa da paso al tormento, suave ...
sigue el llanto.
El tallo ha perdido su tiempo.
Las hojas revolotean al viento,
aunque sigue el camino descalzo,
las horas desnudas de alimento.
La dicha da paso al descanso,
aguado en aceite: denso.
Los ojos suspiran, llora la boca;
mañana ha perdido lo eterno.

martes, 19 de agosto de 2008

To be or do be do?



"To be is to do"
Sócrates


"To do is to be"
Jean Paul Sartre


"Do be do be do"
Frank Sinatra

domingo, 17 de agosto de 2008

Alter, Ipse ... Fiat

Ilusos. Quieren cambiar el mundo, pensaba para sus adentros. En la espaciosa sala de estar sólo se oía el murmullo del crispar de madera quemándose. Alguien, en una mesita, con una cruz de plata sobre ella, hablaba de crisis y cambios. Pamplinas para él. ¿Desde cuándo el sufrimiento ha sido bueno? Son sadomasoquistas, se decía. Les gusta ver sufrir a la gente y sufrir ellos mismos. La tarde corría lúgubre. Llovían las nubes en mitad del invierno en el interior del país. La cordillera tapaba los campos y majestuosa se imponía con la nieve, eterna. Locos de remate. Locos como Él. Aquí están todos locos. Se sentía como en rebaño. Ahora se levantan, ahora se arrodillan. Todos callan. Nadie se atreve siquiera a suspirar. Siguiendo el rebaño, balbuceó cuatro palabras inconexas. Pasmado, miró el camino que se le presentaba al otro lado de la ventana. Para qué he venido; cómo le hubiese gustado salir de allí en ese preciso instante. Tomó uno de los tantos libros esparcidos en la mesita de la sala y se dispuso a entrar en el oratorio. Se hincó: no vaya a ser que me azoten por no hacerlo. Abrió el libro y leyó:

"¿Te acuerdas? - Hacíamos tú y yo nuestra oración, cuando caía la tarde. Cerca se escuchaba el rumor del agua. - Y, en la quietud de la ciudad castellana, oíamos también voces distintas que hablaban en cien lenguas, gritándonos angustiosamente que aún no conocen a Cristo. Besaste el Crucifijo, sin recatarte, y le pediste ser apóstol de apóstoles."

Nunca estuvo en la ciudad castellana, en su vida había hecho oración. Aunque sí podía oir las voces que proclamaban en cien lenguas la sed de Cristo. Enjugó la lluvia de sus ojos, besó el crucifijo y también sin recatarse ni pedir permiso, se dispuso a recorrer el camino del otro lado de la ventana.

martes, 29 de julio de 2008

Manos


Manos. Manos limpias, manos sucias, manos llenas de historias. Manos que ríen, manos que lloran. Manos que sueñan si duermen a solas. Manos tentadas de tocar tus mejillas, manos que hablan si las miras. Manos sudorosas bajo las tuyas, manos que tiemblan ante la duda. Manos que rozan tus álgidos sesos, manos que quieren comerte a besos. Manos que siembran manos que matan, no te descuides, si no se te escapan. Manos tan llenas, manos vacías ... manos tan tristes, manos tan solas, si es que tus manos no tienen las mías. Manos de gloria contigo; sin tí ... manos marchitas.
Imagen: Mano del desierto, Antofagasta, Chile.

lunes, 28 de julio de 2008

23 años de familia


¡Felices 23 años de matrimonio, padres!

domingo, 27 de julio de 2008

Por si ...



Margarita tiene tres piedras: una de color rojo, otra de color amarillo y otra verde. Se pasea en las mañanas, sola, por el lodo. A veces se hunde, otras veces sale del barro, gloriosa. La hacen correr. Es rubia y de ojos azules. Sus rizos parecen extensiones del sol; tan ardientes. Mendiga sonrisas, pero es tiempo de vacas flacas y no se regalan ni se venden. No se abren ni las bocas: ni pan ni palabra. En el silencio Margarita abre la boca y se bebe el agua que cae del cielo. Es el milagro de cada día. En medio del gris, brillan el rojo, el amarillo y el verde.

Margarita tenía tres piedras: una de color rojo, otra de color amarillo y otra verde. El gris acaece en el campo rejado y pintado de rayas verticales. Los restos de Margarita vuelan en forma de cenizas, sobre el cielo que dejaba caer el agua que ella bebía. Ya no hay boca que abra, no vaya a ser que entren las moscas.

jueves, 10 de julio de 2008

Voy a tocarte ... toa


Pensaba que lo había visto todo en relación a extravagancias. Me equivoqué, como siempre suelo hacerlo.
Hoy fui a mi clase de baile entretenido en el gimnasio (una hora intensa de baile más una hora intensa de yoga). Venía un profesor que yo no conocía y que había estado de viaje. ¡Qué bien! - pienso - una nueva coreografía.
Miro hacia la puerta y entra un tipo bajito, moreno, de nariz respingada ... tiene quizás 30 años, aunque dudo que más. Se saca el abrigo, pone la música y empieza el espectáculo. Literalmente un circo. El tipo (muy macho) se movía como una mujer: sacando "pesho", haciendo un movimiento sexy de cadera y con delicados gestos de mano. Me reí para mis adentros ... no me pude contener la risa: too much. Y cuando pensé que empezaba la diversión, empiezó a sonar "la" canción. ¡Ahora tenian que ponerla! Van a tocarnos a todas y nos van a hacer señoras en esta clase de baile ... tengo que admitir que por una milésima de segundo me dieron ganas de no bailar. Pero le di una oportunidad a cambiar el significado de la canción. Y me divertí más que nunca. Sobra decir que el contenido sexual de la coreografía rozaba el límite de la ordinariez; pero me reí. Parece que hacer deporte sí te pone más contento.
Cuando pensaba que el profesor no podía llegar a hacer otra cosa más estrambótica ... me volví a equivocar: a mitad de una canción saca una especie de manga de vuelos de colores fosforescentes y se la pone en el brazo cual rumbera con frutas en la cabeza. Jajajaja, aún me rio cuando me acuerdo de la imagen. Lo más divertido es que la clase está llena de mujeres casadas de 40 años por lo menos que le siguen el juego dichosas. Tendríais que haber visto la clase anterior, que la dio un negro sabrosón (casado, le vi la argolla ... lo siento Papita) y poco más y me resbalo con la baba que las señoras iban dejando en el piso de madera.
Ya al final de la clase, donde parecíamos más tomates meneando el trasero que mujeres bailando coreografías, Luis Alberto puso la canción "Men, I feel like a woman" de Shania Twain. El maestro cubano, todo sudoroso a esas alturas del partido, era una más entre todas. Terminé concluyendo dos cosas: que el tipo si no era maricón era muy buen actor y que no hay nada mejor que un profesor de baile afeminado o al menos que lo aparente.
Hay que admitir algo, no todo es negativo: mueve el pandero mucho mejor que yo y tiene un ritmo de la leche. Quizás por eso vuelva a su clase la semana que viene.

domingo, 6 de julio de 2008

Amado Nervo



"La mayor parte de los fracasos nos vienen por querer adelantar la hora de los éxitos."

martes, 1 de julio de 2008

Para tí, para tí ... para tí también

Para los que quieren que vuelvan los lentos
Para los que les gustan las papitas cachondas
Para los que babean cuando duermen
Para los que duermen bonito
Para los que sueñan con "La novicia rebelde" o "Sonrisas y lágrimas"
Para los que se saben los diálogos de todas las películas existentes
Para los que salen a terreno
Para las locas de barrio, de patio, de facultad, de estudio ...
Para los que comen y los que no dejan de comer
Para los que tienen espinillas traicioneras
Para las que quieren verse "minas" el día de su boda y no "diges"
Para los que van y los que vienen
Para los que tienen aventuras
Para los atravesados
Para los que se ponen el cinturón

Para todos

martes, 24 de junio de 2008

Tan ...

No me he aguantado. He caído en "La Revolución Sexual". Tengo que recomendar este grupo en mi blog porque sino me voy a arrepentir el resto de mi vida.


Hace poco un par de amigos me mencionaron La Casa Azul, grupo de música disco setentera renovada con toques de technopop, pero la verdad no me atrajo mucho. Prejuicios más que nada. Y un día me decidí a escuchar una de sus canciones. Lo único que puedo decir es que "Superguay". De ahí "Como un fan" de ellos, metiéndome en grupos de facebook intentando hacer de mi vida un "Mundo mejor". Me da lo mismo que Guille Milkyway (creador del grupo) diga que en el fondo todo esto es una gran ilusión, una "Gran mentira". Me la trago como sea. Con aceite si hace falta. Con leche y con "Galletas". Llámame freaky ... estoy en mi "Momento más feliz". Me importa poco si me dicen que "El sol no brillará ya nunca más".


Te recomiendo lo mismo, déjate atrapar por Milkyway.




miércoles, 18 de junio de 2008

Posteo en un baño


Tras una corta visita al médico en un centro comercial (la paradoja del libre comercio) pasé por el baño antes de ir a la universidad. Curiosamente, en una de las paredes al lado del lavamanos, había un sin fín de comentarios en relación a una confidencia que algún usuario indiscreto había dejado. Relataba la dramática situación de una chica, hija de un padre homosexual que abandonó a su madre tras un largo matrimonio. Y pedía consejo.
Respuestas: las que quieras. Que sí, que no, que entiende a tu padre, que llora lo que quieras ... ¿qué necesidad habrá de ir publicando los trapos sucios en las paredes de los baños? ¿Es que tan mierdas nos creemos? Me huele a peligro ...
Y esto es sólo la punta del iceberg. Partimos con Gran Hermano, programa de televisión de gran influencia comunista (léase 1984 de George Orwell). Nos enamoramos de los participantes. Se acabó el programa, lloramos nuestro duelo y seguimos adelante. Continuamos flirteando con Operación Triunfo, una especie de reality correcto, "moralmente correcto" ... del flirteo a la obsesión, de la obsesión a la monotonía y de la monotonía al aburrimiento. Y se acabó el coqueteo. El Chacotero Sentimental (y semental) dejó huella en Chile, más dos películas en cartelera.
A todo esto se suman el Hola, Caras, Cosas y millones de revistas más que inmiscullen en la vida del resto de las personas, sin tener en cuenta su dignidad y libertad para decidir qué quieren contarle al resto del mundo. La degradación de la intimidad partió con el bikini y la minifalda y ha acabado mellando en nuestras vidas. Las mujeres son objetos de deseo y los hombres "calugas" en el abdomen. Necesitamos exponernos para sentirnos valorados. Perdón, debería plantearlo así ... ¿necesitamos exponernos para sentirnos valorados?
Me pregunto qué tan confidencial será Facebook ... si algún día quiero una opinión, la dejaré escrita en algún baño público. Seguro que habrá quorum.

martes, 10 de junio de 2008

Y tú ... ¿porqué?




Porque, aunque mayo haya pasado de largo, siempre estamos a tiempo ...

viernes, 6 de junio de 2008

...

Te voy a contar un cuento. Te voy a contar de lo que he ido recogiendo. Mis noches han sido solitarias sí ... pero pretendo pasarlas el resto de mi vida contigo. No sabes cuántas veces he tenido que tragarme las ganas de decirle a alguien lo preciosa que estaba la cordillera nevada. ¿Sabes? Ponderé todas estas cosas en mi corazón y ahora quiero compartirlas contigo. Como lo hizo mi Madre. Pensaba para mí cuando me rechazaron: "¿Y ahora qué hago con todo este cariño?" Y me dijeron, descuida ... guárdalo y entrégaselo a quien te quiera otra vez. Hubo muchos momentos en que no quise verte. Hubo momentos en que me cerré a la posibilidad de conocerte. Y henos aquí. Quizás me leas, quizás no ... quizás te conozca, quizás no. Sólo quiero que sepas y te prometo y te garantizo; que cada pequeño sacrificio de mi vida será por tí y por el proyecto que emprenderemos, juntos. No se quién eres, no se dónde vives, no se qué haces ... ni siquiera se si existes. Sólo se que Dios te ha pensado desde toda la eternidad para mí y me guardaré hasta que te encuentre. Aunque a veces sienta que me atrapa la muerte. Aunque otros corazones me tienten. Aunque me caiga, me levantaré de nuevo. Lo prometí cien veces y volveré a hacerlo. Dije que intentaría ser como el Amor de Dios: incansable, inabatible, maternal, eterno ... desposeído de sí mismo. No dejaré que mi ego se interponga entre los dos. Dije ... intentaré ser como el Amor de Dios.

miércoles, 28 de mayo de 2008

El sentir de la Teología


Está revestido de gloria.
Calmado, sereno, quieto.
Entre cuatro paredes de oro y con un cerrojo que se abre sólo para hacerse presente en los corazones de la gente.
Y es entonces, cuando se expone en su diminuta forma, donde me invade el pecho.
Como cuando, tras días de extravío, un niño vuelve a los brazos de la madre.
Es esa sensación de angustia y desahogo:
inexplicable e ineludible.
Recorre las venas del cuerpo hasta llegar al corazón;
ese corazón que Él tanto anhela.
Y cierro los ojos, y lo veo, y me anula, me eleva, me ensancha, me llena.
Y veo sus ojos, que empapan de lágrimas los míos.
Llama a mi puerta, incesantemente.
Y aunque no le abra vuelve a llamar.
Y cuando le dejo entrar, no queda nada de mí, ni un resquicio, porque Él me ha completado. Me ha contemplado en mi miseria y la llena de gozo.
Es el Amor de Dios, que infunde fe, esperanza y caridad ...
desde un hueco, entre cuatro paredes de oro y que llama incesantemente a mi puerta y abre constantemente el cerrojo de mi corazón.

viernes, 23 de mayo de 2008

Gracias Mono


Porque son más y no menos. Porque aunque tengan menos tiempo, no son menos para tí. Intrínsecamente la persona que son, son más, no menos. Aunque no por menos tiempo que tengan para tí son menos, sino que son más. Y cuanto menos están contigo, más son y más eres. En mi persona, siento dentro, muy dentro de mí, que siendo menos yo soy más en ellos y ellos son más cuando estamos todos; porque somos lo que somos, estamos los que estamos y seremos siempre los mismos. Y aunque no estemos, ni seamos juntos, somos por eso menos ... sin ellos somos más aunque no menos sin ellos, porque cada uno somos lo que somos intrínsecamente en cada uno de la persona que somos, fuimos y seremos.

Conclusión: más o menos, siempre seremos hasta que la palmemos.

Y los muchachos del barrio nos llamaban locas ...

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Sabe el amor?

El amor sabe raro.
Sabe a menta por la mañana,
a ropa tendida en la tarde,
a frío en la noche.
Sabe como cuando el sol se pone:
no es frío ni caliente.
El amor sabe a amargo ...
supo dulce en algún momento,
aunque ya no recuerdo.
Sabe a restos de ayer en la nevera.
Me sabe lejos, me sabía cerca.
Sabe a puñal en estocada,
como el hierro inclemente de la nieve.
Sabe a sangre en esa misma nieve,
que se mete por los huecos sordos de mi casa,
penetra las paredes y las mancha,
las tinta de recuerdos.
Sabe a nada.

jueves, 17 de abril de 2008

Definitivamente los hombres son de marte


Tras leer esta historieta de Maitena (¡¡¡sos grande!!!), aún me sigo preguntando cómo es que existen las relaciones de pareja. No entiendo cómo dos formas de ser tan distintas (hombres y mujeres) pueden llegar a entenderse e incluso a sobrevivir a una relación hasta que la muerte los separe. ¡Claro! Así cualquiera es homosexual ... (gracias N.K.)

Está comprobado científicamente. Los hombres son de Marte. Las mujeres no se si serán de Venus, lo que está claro es que los dos son de diferentes planetas. Conversando con un muy buen amigo (que tengo el honor de mencionar en este escrito), me explicó las reglas básicas de cómo hacer entender a un hombre lo que a las mujeres no nos gusta:

a) Decir lo que nos molesta y porqué nos molesta.
b) Darles una solución viable a lo que nos molesta (evidentemente son poco ocurrentes para ingeniárselas solos).
c) Explicitarles que NO QUEREMOS que tal cosa vuelva a pasar (aunque no os mintais: van a volver a hacerlo; más a menudo y más gravemente ... las personas no cambian, sólo mejoran).
d) Si la situación se vuelve a repetir muchas (demasiadas) veces, hay que explicarles que tienen que arreglar la situación, que no basta con pedir perdón, te quiero o cualquiera de las cosas que nos suelen embobar.
Y lo más importante de todo: no caer en ser sus madres. Si no, como dijo mi gran amigo, te vuelves el policía de la relación: "¿y dónde estás? ¿y cuando vas a llegar?"
Hay tantas cosas que entender de los hombres ... Más allá de que dejen la tapa del lavabo levantada o bajada, evidentemente.

Y una vez habiendo hecho esto, hay que esperar que el milagro pase. Recomendación: esperad a que os pille por sorpresa, porque pueden tardar bastante tiempo en procesar la cantidad de datos que les acabais de proporcionar. Es como pedirle a un hombre que haga dos cosas a la vez: imposible, tienen una sola neurona.
A pesar de todo, queremos a los hombres, porque no podemos vivir sin ellos y ahí está la paradoja: definitivamente las relaciones heterosexuales serias y comprometidas son un milagro.

Mi novio es hombre, mi mejor amigo es hombre, y mi padre, gracias a Dios, es hombre también. Aunque todo hay que decirlo: son incomprensibles, aunque imposibles de no querer.

PD: Hombres, para ver la imagen más nítida, hay que clicar sobre ella.

viernes, 11 de abril de 2008

A pachas


Te escribo, te tiento, me escondo, te miento, me alegas, me vendes en tus pensamientos.
Reclamas, conversas: tramadas, perversas, sonadas, hambrientas de un sueño nuevo.
Gritamos, tú lloras, los niños, la hora, mejor que te vayas, no tengas demora.
Las firmas, los trajes, me quedo pensante, de la casa te puedes quedar el garaje.
Te miro, me miras, giramos y entristecidas las caras se despiden raídas en un adiós.
Y ya no es a medias, es todo partido: la casa, los niños, la vida, el sentido, los muebles, mi cuerpo ... todo lo conocido.
Y ya no te escribo, ya no te tiento, ya no me escondo, ya no te miento, ya no me alegas aunque seguro me sigues vendiendo en tus pensamientos.

lunes, 24 de marzo de 2008

¡happy birthday to you!

21 primaveras
21 veranos
21 otoños
21 inviernos
21 inversiones
21 diversiones
21 experiencias
21 devociones
21 congestiones
21 pasatiempos
21 temores
21 amigos
21 emociones

21 años ... de todas las cosas anteriores
(¡y los que te quedan a mi lado!)


¡FELIZ CUMPLEAÑOS!




lunes, 17 de marzo de 2008

Desvelo


He intentado no pegar ojo esta noche. Apuro los minutos intentando vivir ahora. Son las cuatro de la mañana y siento que el tiempo se me escapa de las manos. Tú duermes y yo te miro, porque no puedo dejar de mirarte, porque mañana te pierdo.

Tenemos Barcelona entera a nuestros pies, aunque estés descansado, aunque no lo sepas en este preciso instante; siempre ha sido nuestra. Las luces tintinean y me avisan que los segundos pasan. La radio está encendida aunque no le presto mucha atención. Sigues durmiendo. Me asombras hasta en tu cansancio: pareciera que tu respiración, entrecortada por el vicio a la nicotina, fuera al son de la música que hasta ahora no me interesaba. Es 28 de febrero y tengo que coger un avión. Mañana, 29, nos separarán 10 mil kilómetros, 4 horas, 2 estaciones y un charco enorme. Y aunque mañana será, quizás, un día triste, hoy estoy a tu lado. Hoy soy feliz. Y mañana ... mañana será otro día.