jueves, 11 de junio de 2009

Al pan, pan y al vino, vino

Llegó, apurada, pisándose los talones a sí misma, desesperada y ansiosa. Giró 360º sobre sus pies. Miró derecha e izquierda. Y allí había ... una puerta abierta. Tras la puerta; sombra. Corrió hacia ella, presionó el interruptor y no había luz.
- ¡Baño de mierda! - exclamó.

¿Y de qué otra cosa podía ser?

2 comentarios:

Ric dijo...

Muy Bueno el Blog.

Saludos,

Ric

AleMamá dijo...

El baño ha estado a la altura de lo esperable, creo yo.
Besos