domingo, 21 de marzo de 2010

25 de marzo: Día del niño por nacer

No estudio filosofía ni soy entendida en el tema, pero voy a intentar de poner en este escrito algo de sentido común, un recurso tan escaso en nuestra sociedad. Hay un principio básico de la filosofía que Parménides bien dijo 500 años antes de Cristo, que postula que no se puede pasar del ser al no-ser y viceversa. Y es que lo que es, es; y lo que no es, no es. A simple vista, parece una tesis de una lógica aplastante.
Pero si vemos las 'postulaciones metafísicas' (por decirlo de alguna manera) de algunos personajes contemporáneos, veremos que esa lógica no se aplica de ninguna manera. Bibiana Aído, Ministra de Igualdad del actual Gobierno Español, dijo el 19 de mayo de 2009, en el programa 'Hoy por hoy' de la Cadena Ser, que un feto de 13 semanas "es un ser vivo, claro, pero no podemos hablar de ser humano porque no tiene ninguna base científica". Desde el punto de vista práctico y empírico de la palabra "ciencia", no se puede comprobar que un feto de 13 semanas tiene la conciencia de un hombre de 44. Pero más allá de lo empírico, quiero centrarme en lo lógico.
¿En qué momento se puede decir que un feto o embrión pasa a ser persona? Según el planteamiento de Parménides, si el bebé es persona al momento de nacer, es porque también lo ha sido dentro del útero de su madre. El hombre, entonces, ha sido persona desde su concepción, ya que antes no era sino espermatozoide y óvulo. En el momento de la unión de los gametos masculino y femenino, se crea un nuevo código genético, el cigoto, que si bien tiene un nombre técnico para esos efectos científicos que Aído tanto ansía, no es otra cosa que un ser humano. En ese cigoto está contenida toda la información de ese ser humano: de qué color tendrá los ojos, el pelo, la herencia genética de sus progenitores ... TODO.
Un día una muy amiga mía me explicaba la que yo creo es la razón más convincente para aceptar que es un ser humano lo que se gesta en el vientre materno desde el segundo 1 en el que fue fecundado. Y es que todos sabemos que del útero de una mujer va a salir una persona si es que ella ha mantenido relaciones sexuales con un hombre (o le han implantado un óvulo fecundado). No va a salir una patata, ni un lagarto, ni una mesa, ni un alien. Va a nacer un ser humano, más o menos desarrollado. Y es ahí donde se contiene el principio de Parménides y es que del hombre sólo pueden nacer ... ¡hombres! (sí señor, ¡usted ha adivinado!).
Al pan pan y al vino vino. El ser humano no puede pasar del ser al no-ser, lo que implica que es desde el inicio de la formación del ser humano que tuvo que empezar a ser, es decir, desde su concepción.
Espero, señora Aido, que no tenga la desgracia de dar a luz a un perro, ya que según su teoría sobre el ser, eso es totalmente posible ...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es un tema de simple lógica.
Si las mujeres paren humanos no puede haber otra cosa que un ser vivo en potencia de ser un humano en sus vientres (Segun Aido).
Ahora hay otro punto, si algo no puede ser y no ser a la vez, ese ser posee una definicion, un ser vivo siempre es algo, ya sea una planta, un animal... Y como ya aclaro Maria de los angeles del vientre de la madre no sale sino seres humanos, por lo tanto habra que asumir que este ser vivo es por lo tanto un ser humano!

Aprenda a pensar Bibiana Aido!!!
Grande Ng!

Joan Figuerola dijo...

Hola Angie. Muy buen escrito. El ser humano es un ser humano desde que el espermatozoide fecunda al óvulo, por lo que no se es más o menos humano en función de la etapa de la vida – en realidad sólo hay dos etapas humanas, la fecundación y la muerte –. La ley de plazos de la señora Aído no responde en ningún caso a la objetividad científica, sino más bien al claro deseo de justificar una acción intrínsecamente mala.

Saludos desde Barcelona.

Anónimo dijo...

este tema es algo del cual muchos no tienen ganas de hoir pero si te pones a pensar este tema esta hablando sobre nuestros principios esta muy bueno hablar de ello es muy interesante

Anónimo dijo...

Más claro que el cielo de Santiago después de la lluvia....

Cristóbal